Los dioses derrotan a los gigantes.

El amor está en el aire.

Mil cosas que ver.

El testamento artístico de Tiziano.

La hija de la Bella y la Bestia.

Las excentricidades de este artista anticipan el barroco.

La artista sabía lo que es la maternidad.

Uno de los cuadros que salvaría del Prado.

La quintaesencia de la obra de arte mitológica.

Un sátiro de luto por una ninfa.

Una colosal estatua en una villa florentina.

Un retrato o un suculento bodegón, según lo miremos.

Lo secundario (la comida) pasa a ser protagonista: había nacido el bodegón como género.

La personificación misma de esta estación.

Un verdadero horror vacui de cupidos, como si fueran los pájaros de Hitchcock.

Correggio nos muestra uno de los disfraces de Júpiter para practicar sexo.

El -posiblemente- mejor retratista de la Historia del Arte nos presenta a este noble veneciano.

Mercurio se mantiene en equilibrio sobre los dedos de un pie.

Picasso se inspiró en esta visión apocalíptica del Greco para retratar el burdel más famoso de la historia del arte.

El arte experimental del siglo XVI.

El Greco no veía mal... ¡Veía el futuro!

Ejemplo de erotismo de la Segunda Escuela de Fontainebleau.

Arcimboldo, vanguardista del siglo XVI, un surrealista en pleno manierismo, como fruto de una máquina del tiempo...