De soplos cansados desde el interior: Degas nos muestra una inminente violación.

La vida en casa fue el estilo de vida australiano en los 50's.

Manet toca un tema hasta entonces tabú.

Retrato de su amante... y de él mismo.

El Vermeer oscuro.

Bodegón hiperrealista que a la vez puede ser un autorretrato sin López.

Lo de este tío es sobrenatural. ¡Como pintaba el cabronazo!

El comedor de Kandinsky en 1909.

Una obra pionera del movimiento Pop Art.

La gran ciudad, llena de gente, está también llena de solitarios.

Un íncubo domina los sueños de una mujer dormida.

El viento mueve las cortinas de un ático en una solitaria granja de Maine.

El artista suizo llena esta obra de diferentes planos cromáticos.

El precursor del surrealismo se hace (sólo por un momento) un pelín cubista.

Margaret Tatcher ya nos habló de "ese artista horrible que pinta asquerosos trozos de carne”.

Versión Pop del icono de Van Gogh.

Una odalisca era una esclava del Imperio otomano. Aprendiz o asistente de las concubinas y esposas del sultán, formaba parte de la institución del harem imperial.

Vincent: Mi tormento no es otro que este: ¿para qué valgo? ¿No podría ser útil de alguna manera...?

Hortense Fiquet posa en uno de los 29 retratos que realizó su marido de ella.

La soledad y el silencio de la mañana.

Casi una naturaleza muerta... ¡y tan muerta!

El artista pinta uno de los pocos bodegones de su producción,

La maternidad vista por el artista que iba a ser papá.

Lo tranquilo, lo silencioso, lo cotidiano, lo iluminado...