
Leda Atómica
Salvador Dalí
España, 1949Dalí fue capaz de plasmar la teoría física intra-atómica a la vez que representaba un mito.
Salvador Dalí
España, 1949Dalí fue capaz de plasmar la teoría física intra-atómica a la vez que representaba un mito.
Peter Paul Rubens
Flandes, 1618El Rubens más desagradable... ¡Nos encanta!
Jean-Léon Gerôme
Francia, 1846Dos jóvenes griegos observan cómo se pelean dos gallos.
Jean Siméon Chardin
Francia, 1740Un artista es sólo un artista.
Théophile Alexandre Steinlen
Francia, 1896Uno de los carteles más famosos de la historia del arte.
Pierre Bonnard
Francia, 1891Los gatos y Japón en Pierre Bonnard.
Pierre-Auguste Renoir
Francia, 1887A este gato se le ve muy a gusto.
Suzanne Valadon
Francia, 1920El indiscutible rey de la casa.
Utagawa Kuniyoshi
Japón, 1850Si nos fijamos, los gatos japoneses tienen el rabo corto.
Winslow Homer
Estados Unidos, 1892Un ciervo está bebiendo y de repente está muerto. Homer capta la belleza en ambas imágenes.
Honoré Daumier
Francia, 1867Otra maravilla de un artista que era un poco Quijote.
William Holman Hunt
Reino Unido, 1856¿Cómo se puede ser tan realista y a la vez tan surrealista?
Leonardo da Vinci
Italia, 1490Uno de los 4 retratos de mujeres de Da Vinci.
Balthus
Francia, 1938Polémico cuadro, acusado recientemente de apología de la pedofilia.
Wolfgang Paalen
México, 1937Una mirada de mariposa.
Franz Marc
Alemania, 1911Otro ejemplo del amor de Marc por los animales.
John Singer Sargent
Estados Unidos, 1917Es increíble el Sargent acuarelista.
Vincent Van Gogh
Países Bajos, 1887En esta época Vincent pintaba todos los santos días.
Alberto Giacometti
Suíza, 1954Giacometti reduce a este felino a su mínima expresión.
Auguste Macke
Alemania, 1910Una naturaleza muerta cobra vida al añadirle un gato.
Andrew Wyeth
Estados Unidos, 1971Un perro está alerta por algo.
Franz Marc
Alemania, 1912Al pintor de los animales le gustaban especialmente los gatos.
Robert Rauschenberg
Estados Unidos, 1959El artista, aficionado a recoger mierda para sus creaciones, vio algo en una cabra disecada.
Giacomo Balla
Italia, 1912Nada excitaba más a un futurista que el movimiento frenético.