El Dios de la guerra visto por un dios de la pintura.

El apetito nace al ver las pinturas de Thiebaud.

Así es como se cura la locura: lobotomía medieval.

Rivera no puede evitar meter política en su arte.

Dos mujeres se besan en esta tierna obra.

Otra maravilla de un artista que era un poco Quijote.

Que manía la de Grosz de retratar a la gente más fea de lo que eran

Inquietante visión de la familia.

La fluidez afilada de Schiele.

Un estudio de Maruja Mallo sobre el retrato y el color

Soutine se esconde para pintar al aire libre.

Un retrato colectivo de la más grande artista brasileña.

El desayuno más famoso del arte.

Unión de los colombianos más famosos: Botero y Escobar.

Las consecuencias de comer demasiada fruta.

Un retrato o un suculento bodegón, según lo miremos.

Esto no es una foto. Es una deliciosa pintura.

¿Mierda de artista? ¿Aliento de Artista...? ¡Huevos de artista!

Lo secundario (la comida) pasa a ser protagonista: había nacido el bodegón como género.

Estudio de algo tan sencillo y complicado a la vez como una almohada.

Volúmenes y vacíos componen esta figura femenina.

Buñuel y Dalí colaboran por última vez.

Esencia informe que camina.

¡Pero qué feo era el arte de este expresionista nazi!