Un espejo permite ver dos versiones antagónicas de un mismo cuadro.

La gente obesa de Botero se va a bailar.

Chagall pintó esta obra antes de casarse.

Un icono del arte norteamericano.

El simple acto de beber un vaso de vino sirve de inspiración al pintor barroco.

Magritte vuelve a cuestionar la realidad de las cosas.

Degas, influido por la fotografía, pinta a un grupo de músicos.

Un posible autorretrato del artista más pendenciero del barroco italiano.

Hiperrealismo simbólico cotidiano.

Blasfemia surrealista elevada a arte.

Una de las obras más conocidas de Matisse.

La música contagia alegría.

Estudios de miembros amputados. Dicen que su taller apestaba a muerto.

Gauguin en una perspectiva imposible.

Una cena iluminada por una lámpara

Constable se adelanta al Impresionismo o incluso al arte abstracto.

Las figuras salen del interior de un huevo en torno a un libro de canto.

Ejemplo de erotismo de la Segunda Escuela de Fontainebleau.

Eakins lleva a cabo al fin su deseo de pintar la realidad de una manera concreta, científica y original.

Arcimboldo, vanguardista del siglo XVI, un surrealista en pleno manierismo, como fruto de una máquina del tiempo...

Caillebotte nos presenta al proletariado urbano en plena faena.

Los habitantes del Melbourne de los 50 salen de su trabajo diario de 9 a 5 y se dirigen todos en la misma dirección.

De sobra es sabida la obsesión de los surrealistas por los ojos, pero nada llega a este nivel.